Bueno, o en mi casa se han vuelto todos locos o estas barritas son el éxito más rotundo que he conseguido hasta el momento. Las hice, se acabaron, pidieron más, las volví a hacer, se terminaron… ¿y qué sucede? ¡que me siguen pidiendo más! La verdad es que incluso a mi me cuesta trabajo resistir la tentación, mmm… son tan delicadas y frescas, ¡que siempre parece que es el momento perfecto para hacerse con una!.

Se trata de unas barritas de nevera, las pensé recordando los snacks del tipo kit kat, bounti y esas porquerías industriales que tanto me gustaban años atrás. Eso si, como imginarás, ¡no tienen NAAAAADA que ver! ;-). Su base es una galleta de coco, con el punto justo de dulce y de grasa. Y la crema amarilla… Oh Lalá! ¡la mantequilla de mango! en serio, ¡no se puede resistir lo deliciosa que está! Y pensar que no es más que mango y aceite de coco… pero claro, con dos ingredientes tan aromáticos y delicados como estos, ¿cómo no va a ser un éxito?.

Y además, atención que esto os va a encantar: todo el proceso es suuuuper rápido y suuuuper fácil: 15 minutos para la primera fase, unas horas de congelado, 15 minutos más para la cobertura y por último, tan sólo 5 minutos más para devorarlos! ;-)

Eso si, tienen un poquitín de truco, pues la base está hecha con la pulpa restante de hacer leche de almendras con almendras peladas. Me explico:

Cuando hacemos la leche de almendras con almendras crudas, tras el activado tenemos dos opciones: pelar las almendras o simplemente enjuagarlas bajo el grifo antes de triturarlas para hacer la leche. Esta elección no modifica el sabor ni la calidad de la leche. De hecho, yo no tengo un único método, a veces las pelo y otras no, según la prisa o la paz que tenga. La pulpa la guardo tal cual en un tapper en el congelador (tengo dos, uno para las peladas y otro para las que tienen la cáscara) y allí voy acumulando hasta que al tengo una buena cantidad (como podrás imaginar la bolsa de las no peladas siempre está más llena ;-P ). Cuando alcanzo una buena cantidad, descongelo y deshidrato. De esa manera después la puedo triturar y obtener los dos tipos de harinas de almendra, que a diferencia de las almendras molidas, se trata de un polvo muy ligero, tanto en peso como en grasa.

Estas harinas, al estar deshidratadas se conservan durante muchísimo tiempo, al menos hasta que llega el verano y las mosquitas te las invaden ;-P. Yo las utilizo normalmente para galletas y masas, pero sirven para rebozados, cremas y hamburguesas, por poner unos ejemplos.

Como verás hoy he utilizado la harina blanca. Si no tienes, o te es difícil de conseguir, o te falta la paciencia porque deseas darle ya un bocado a tan rico postre, ¡no panic! siempre hay opciones:

a. Hazlas con almendra cruda molida (en este caso la base se asemejará más a un mazapán de coco).

b. Hazlas con una mezcla de coco rallado, harina de coco y almendra cruda molida (mitad y mitad), así rebajarás el efecto mazapán.

c. Compra 400 g de almendras crudas, haz 3 litros de leche merengada e invita a todo el vecindario, tus vecinos te adorarán y ¡tu ya podrás deshidratar la pulpa! ;-P

Para la cobertura de chocolate, si no tienes acceso fácil a manteca de cacao o a la lúcuma, que forma parte de la receta más por capricho que por necesidad, puedes hacerla perfectamente con aceite de coco (sólo en en este caso debes de tener en cuenta que se derretirán con mucha más facilidad). En los pasos de la receta te explico como.

¿que, entramos en la cocina?

 

BARRITAS TROPICANA

· Cantidad: 10 barritas
· Tiempo: 15 minutos + 2 h frio + 15 min cobertura
· Utensilios: robot de cocina (opcional) + batidora

Ingredientes base:

1 T de coco rallado
1 T de pulpa de almendra deshidratada y hecha harina
¼ T agave
3 C – 25 g aceite de coco crudo

Cobertura de mango:

1/3 T mango batido (1 mango pequeño)
1/3 T – 80 g de aceite de coco crudo
2 C agave

Cobertura de chocolate negro:

125 g de manteca de cacao
70 g de cacao crudo
50 g de azúcar de coco
20 g de lúcuma (se puede omitir, en ese caso incrementar el azúcar)
pizca de sal

Preparación:

1. Coloca el coco rallado y la pulpa de almendra en el robot y mezcla. Luego añade el agave y el aceite y mezcla para que se incorporen (para esto no es imprescindible el robot, se puede hacer perfectamente a mano, en un bol, mezclando primero con una cuchara y luego con las manos). Tiene que quedar una masa que se pegotee fácilmente al presionarla. Pero no grasienta.

2. Forra un molde rectangular (yo he utilizado uno cuadrado sin fondo) con papel de repostería y reparte la mezcla presionando bien con las manos para que quede compacto.

3. Tritura en la batidora un mango (o un trozo si es grande!) hasta que quede una crema, mide 1/3 de taza y bátelo junto con el aceite de coco líquido y el agave hasta que todo quede bien incorporado.

4. Vierte encima de la base. Introduce unas 6-8 horas en el congelador para que endurezca.

5. Retira cuidadosamente del molde y corta en porciones a tu gusto. Puedes hacer hendiduras con la ayuda de un tenedor para decorar, pero es un paso que se puede omitir perfectamente ya que al recubrirlos de chocolate se pierden bastante.

6. Prepara el chocolate de la siguiente manera:

a. Tritura el azúcar de coco hasta convertirlo en polvo. Añade la lúcuma y reserva.
b. Parte la manteca a virutas pequeñas y derrítela en un baño maría suave (en una cazuela con agua que ha hervido pon un cuenco de cristal o similar encima, sin que toque el agua, unos 4 dedos o más separado del agua, e introduce la manteca a virutas), remueve hasta que se derrita por completo.
c. Añade la sal y el cacao y remueve hasta que se incorpore.
d. Añade el azúcar y la lúcuma. Remueve bien o vierte en el baso de una batidora de alta potencia (tipo Vitamix), procesa a máxima potencia para facilitar que el polvo de azúcar quede bien integrado. Retira y vuelca en un bol.

* Si no tienes manteca de cacao, puedes hacer una cobertura con aceite de coco, las proporciones serán estas:

1/2 T de aceite de coco
1/2 T de cacao el polvo crudo
¼ T de agave crudo

7. Saca las barritas Ahora ya puedes bañar cada una de las barritas en el chocolate derretido. Ayúdate con una cuchara y un tenedor para que gotee el exceso de chocolate.

8. Coloca sobre papel de repostería u hoja de antiadherente y llévalas a la nevera hasta que su consumo.

* Aguantan 1 semana en la nevera. (incluso un poco más, siempre que os podáis resistir, ¡claro!).